La Hipertensión Pulmonar supone un importante impacto negativo sobre la calidad de vida, tanto de pacientes, como de cuidadores (función física, salud general, componente emocional, salud mental, vitalidad y función social). Es esencial para los pacientes lograr, al menos, el mantenimiento a largo plazo de su capacidad funcional con el fin de no perjudicar su calidad de vida y la de las personas que los rodean (cuidadores y familiares).