Los déficits cognitivos observados en la hipertensión arterial pulmonar pueden deberse a la remodelación de los vasos sanguíneos

Aproximadamente una cuarta parte de los pacientes con hipertensión arterial pulmonar que participaron en un pequeño estudio mostraron déficits cognitivos, en general leves, en la función ejecutiva y la memoria.
Los problemas en capacidades como la función ejecutiva —un conjunto de habilidades que incluyen el pensamiento, el autocontrol y la memoria de fácil acceso que forman parte de la vida cotidiana— podrían estar relacionados con cambios en los vasos sanguíneos cerebrales.
Según los investigadores, los cambios estructurales (remodelación) en los vasos sanguíneos de los pulmones posiblemente impulsen los problemas cognitivos identificados en estos pacientes.
La hipertensión arterial pulmonar está causada por el estrechamiento de las arterias pulmonares, que transportan la sangre desde el corazón a través de los pulmones, lo que eleva la presión sanguínea en dichas arterias y debilita el ventrículo derecho del corazón.
Estudios anteriores indican que la enfermedad puede afectar a otros órganos, y algunos estudios sugieren que los problemas cognitivos podrían ser bastante frecuentes en personas con hipertensión arterial pulmonar. Sin embargo, se desconocen tanto el mecanismo subyacente como la relación entre la disfunción cardiopulmonar y la cognitiva en este tipo de hipertensión.
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale examinaron a 23 adultos diagnosticados con hipertensión arterial pulmonar. Ninguno había sido diagnosticado con alguna condición relacionada con dificultades cognitivas.
La función cognitiva se determinó mediante la puntuación del Examen Gerocognitivo Autoadministrado (SAGE, por sus siglas en inglés), una herramienta de cribado que mide la cognición en varios dominios y se utiliza para identificar el deterioro cognitivo leve y la demencia precoz. Una puntuación inferior a 17 indica un déficit.
Seis personas (26%) cumplían los criterios de deterioro cognitivo, en la mayoría de los casos leve, correspondiente a una puntuación SAGE de 15 o 16. Todos tenían problemas relacionados con la función ejecutiva, la memoria, el cálculo y las tareas visuales y espaciales.
Estos hallazgos concuerdan con un síndrome de deterioro cognitivo asociado a la remodelación de los vasos sanguíneos pulmonares, lo que sugiere cambios similares en los vasos sanguíneos de ciertas regiones del cerebro.
El parámetro más estrechamente asociado con el deterioro cognitivo fue una menor capacitancia vascular pulmonar derivada del intercambio de gases, una medida que anteriormente había demostrado correlacionarse con la capacidad de expansión y contracción de la arteria pulmonar.
La desaturación sistémica de oxígeno tras el ejercicio, es decir, la insuficiencia de oxígeno en sangre, también se correlacionó con los déficits cognitivos de los pacientes.
Estos dos parámetros probablemente representen el aumento de la carga vascular pulmonar y el remodelado vascular observados en la hipertensión arterial pulmonar, según los investigadores.
Los científicos indican que aún se deben llevar a cabo investigaciones más exhaustivas de la relación entre la remodelación vascular pulmonar, la enfermedad cerebrovascular y el deterioro cognitivo en la hipertensión arterial pulmonar.