Tasas de supervivencia similares para los pacientes de HAP con VIH e HAPI/HAPH
La tasa de supervivencia a corto plazo de los pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y con hipertensión arterial pulmonar (HAP) es similar a la de las pacientes con hipertensión arterial pulmonar idiopática (HAPI) o con hipertensión arterial pulmonar hereditaria (HAPH), según los resultados de un estudio español que abarca 20 años.
La hipertensión pulmonar (HP) se caracteriza en general por un aumento de la presión en las arterias que suministran sangre a los pulmones. La HAP, un tipo raro de HP, puede tener varias causas subyacentes, entre ellas la genética y las infecciones víricas como el VIH. La enfermedad también puede deberse a causas desconocidas, en cuyo caso se conoce como idiopática.
El VIH es la causa principal de HAP en todo el mundo, y los pacientes con con esta enfermedad que padecen HAP tienen un pronóstico significativamente peor que los que no tienen HAP. La mortalidad de estos pacientes suele estar asociada a las complicaciones de la HAP más que a razones directamente relacionadas con la infección por el VIH.
Para saber más sobre las tasas de supervivencia de estos pacientes, un equipo de investigadores de España evaluó y comparó las características de la enfermedad, los patrones de tratamiento y el pronóstico de los pacientes con HAP por el VIH y las personas con HAP hereditaria o idiopática. En el estudio participaron un grupo de 132 pacientes con HAP-VIH del registro español de HAP y 739 personas con HAP idiopática y HAP hereditaria.
Entre los síntomas clínicos, el dolor torácico y la función respiratoria fueron significativamente peores en el grupo de VIH-HAP, lo que se cree que puede estar relacionado con otros comportamientos de alto riesgo, como el consumo de tabaco.
La clase funcional —una clasificación utilizada para calificar el grado de enfermedad de los pacientes— fue peor entre los pacientes con HAP idiopática y HAP hereditaria, lo que significa que tenían más limitaciones en sus actividades físicas. Los investigadores sugirieron que una de las razones de que la situación funcional fuera peor en este grupo podría ser el retraso en el diagnóstico en comparación con el grupo con VIH, aunque esta teoría no pudo confirmarse en este estudio. Asimismo, los niveles de NTproBNP, un indicador de insuficiencia cardiaca, también eran más elevados en este grupo.
El pronóstico a corto plazo de los pacientes con HAP-VIH fue ligeramente mejor que el de los pacientes con HAP idiopática y HAP hereditaria y similar cuando se equipararon por edad y sexo, a pesar de tener un mejor estado funcional.
Durante un seguimiento medio de algo más de cuatro años, se registraron 41 muertes entre los pacientes con HAP-VIH (31,1%) y 77 muertes (10,4%) entre los pacientes con HAP idiopática y HAP hereditaria.
Las tasas de supervivencia fueron similares entre los dos grupos. En concreto, la tasa de supervivencia a un año de los pacientes con HAP-VIH fue del 93,6%, mientras que la tasa a tres años fue del 81,8% y a cinco años fue del 74%. En el caso de los pacientes con HAP idiopática y HAP hereditaria, la tasa a cinco años fue del 93,9%, mientras que la supervivencia a tres años fue del 77,7% y a cinco años, del 64,6%.
Las estimaciones de supervivencia para la HAP-VIH han variado a lo largo del tiempo, principalmente debido a la disponibilidad de tratamiento para el VIH y la HAP. Como las terapias para ambas enfermedades han avanzado y las estrategias de tratamiento han mejorado, las estimaciones de supervivencia parecen ser similares, según los investigadores. Además, el estudio ha mostrado un mejor pronóstico entre los grupos más contemporáneos de pacientes con VIH-PAH (hasta 2018), en comparación con los informes anteriores.