Esta semana tras varios años de espera se publicó la nueva guía de práctica clínica para hipertensión pulmonar en el European Respiratory Journal, y en el European Heart Journal.
Están elaboradas por la sociedad europea de cardiología , la ESC, y la sociedad europea respiratoria, la ERS.
Cómo titular principal destaca, la importancia de diagnosticar al paciente e iniciar un tratamiento a tiempo. Una de las razones que se esgrimen es que muchas veces, son pacientes jóvenes de buen aspecto y se descarta de inicio la patología a favor de otras y sobre todo se subestima la severidad de la misma. En pacientes mayores, la existencia de otras comorbilidades que se solapan, como enfermedad cardíaca, obesidad o hipertensión esencial no dejan evaluar correctamente la patología de inicio.
La guía señala que un paciente con disnea, falta de aire, debe ser sujeto de atención desde Atención Primaria, que puede establecer la sospecha, médicos especialistas en Cardiología y Neumología y desde ahí si no hay una valoración óptima, derivar a centros de referencia en HP.
La guía nos índica que la HP afecta al 1% de la población mundial, siendo de hasta el 10% en mayores de 65 años
La forma más frecuente es la HP por disfunción del ventrículo izquierdo. La variante de HAP es una entidad rara en si misma, pero no por ello la opción es descartarla.
También nos indica que aunque la elevación de la presión pulmonar sea leve o moderada, es suficiente para ser considerada de riesgo, por lo que los datos hemodinámicos se tenían que actualizar.
No existen síntomas específicos, pero puede haber disnea a leves , moderados o grandes esfuerzos. Subir escaleras es un ejercicio que resulta costoso. Puede haber dolor de pecho o no, falta de aire. Retención de líquido abdominal que indica mal funcionamiento del ventrículo derecho. Pero cada síntoma no es indicativo de un estado u otro de la enfermedad, y requiere la valoración por parte de médicos competentes.
La guía destaca el tratamiento en terapia combinada de inicio al diagnóstico para todos los pacientes.
Con respecto a otras formas, como la Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica, señalan que hay tres abordajes principales: la angioplastia de balón pulmonar, la trombardectomía, que se basa en operar los trombos accesibles y el tratamiento específico con un fármaco concreto.
Desde la asociación revisaremos esta nueva guía y cualquier duda que tengáis no dudéis de plantearla.
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Un saludo.